Una instalación con bombeo solar directo, es un sistema que utiliza la captación de la energía solar a través de paneles fotovoltaicos para el bombeo de agua. Esta agua puede ser depositada en depósitos, balsas o directamente derivada a sistemas de riego por goteo. El sistema está compuesto por una bomba sumergible, la cuál es alimentada y dirigida por un variador de frecuencia, armario de control, el cuál es el equipo que maniobra la alimentación de la bomba según recibe la energía suministrada por los paneles solares.
El sistema comenzará a funcionar de forma automática una vez que comienza el día y cuando detecta una suficiente radiación, su parada es inversa, es decir cuando la radiación solar deja de ser suficiente, anoche. Sí el sistema se quiere que continúe en funcionamiento se puede hacer también que en las horas nocturnas siga funcionando mediante grupos electrógenos o electricidad de la red. El funcionamiento es interesante en verano ya que se consiguen entre 8 y 10 horas de funcionamiento. La instalación es sencilla y rápida, y puede ser instalada en tejados de naves, casetas o una estructura individual elevada.
Con un sistema de bombeo solar amortizará rápido la instalación, ya que se olvidará durante décadas de depender del gasóleo o la electricidad.
Estas instalaciones trabajan con bombas trifásicas convencionales, pudiendo utilizarse las bombas que ya se encuentran instaladas. No limita la potencia de la bomba, ni el caudal, ni la profundidad del pozo.
Los sistemas de riego solar directo disponen de un sistema de seguimiento de punto máximo de potencia para las placas solares (MPPT), consiguiendo con ello que la bomba trabaje siempre en la máxima potencia que ofrece los paneles solares en ese momento.
Posibilidad de poder automatizar el sistema de riego, sectorizando mediante electroválvulas, con programadores especiales para el sistema de bombeo solar.